El mundo dañado. La gente sufriendo y siguen sin despertar y sin corregir los problemas. Y la gente -toda- exige y exige aunque no da. La elasticidad es ida y vuelta, y tiene límites. Una vez urgencias se fatigue y deje de funcionar, ¿sobre cuál servicio podrían apoyarse y sostenerse los hospitales, las unidades de cuidados intensivos, las salas de cirugía, la "oportuna, resolutiva y preventiva" consulta externa, los estudiantes de pregrado y posgrado, los pacientes y sus familias desesperadas o impacientadas, las porquerias de "empresas promotoras de salud (eps)" , las prepagadas y las pólizas, y los demás actores (hasta el gobierno y las leyes) que lo usan mal todo el tiempo para lo que no es urgente con miles de argumentos y razones que -aunque válidas- son insuficientes para responsabilizar a Urgencias como servicio de salud puerta de entrada única a un disfuncional y provechoso -para todos los demás- "sistema" asistencial con redes inútiles, vicios de lucro personal, "sostenibilidad" y economía que no se ve potenciando el servicio, a urgencias ni a su gente... Siempre por encima de los intereses del paciente?
Una desgracia. Y mucho papel no coherente con la realidad.
Queremos servir, y necesitamos el apoyo de todos.
Acudan a urgencias cuando sea urgente.
El término "urgencia vital" no existe y se lo inventaron los administrativos de los "aseguradores" para justificar el ilegal "no le cubre" y "váyase para su red" que tanta gente mató y enferma aún. Hay urgencias y hay emergencias, y NO es trabajo de urgencias suplir las acciones de los demás actores del sistema.
Tampoco somos piso de hospitalización y seríamos los únicos capaces de dar lo mejor de si en un desastre, en una emergencia y en una catástrofe. Qué subvaloración! Qué falta de previsión! Qué inoperancia gubernamental y administrativa, qué línea tan cercana al riesgo y qué traslado de responsabilidad tan abusivo y falto de visión social. Sin contrato social no hay servicio. Sin servicio no hay atención de calidad y sin idealismo y filosofía puesta en práctica y defendida de la voracidad comercial y el consumismo hasta en salud, mucha gente va a sufrir.
La expectativa de ser atendido en urgencias ya es "normalmente" esperar 3 horas? ¿O que les hagan buen chequeo ejecutivo a precio de pan a todos? ¿O que "lo tienen que atender" y entonces -luego de cobrar honorarios particulares- enviarlo a urgencias para procedimientos no urgentes o urgentes que no serán cubiertos ni autorizados por "su seguro" y mientras tanto "hospitalizarlo" en urgencias mientras "le sale" remisión?, ¿O mantener hospitalizado un paciente durante meses por razones que podrian tratarse ambulatoriamente o en hospitalización domiciliaria (con pago por día como tratante) y consultar a todos los que puedan "apoyar el caso" mientras se lucran del cuidado por personal en entrenamiento "a su cargo" y que "a su instrucción y por curiosidad académica o por la nota más que por el beneficio del paciente" exceden horas de residencia y "les hacen parte del trabajo" por los 3, 4 o 5 años que dura su especialización pagando millonadas a la Universidad que les da el título al final (luego de concurso difícil y el esclavizante proceso de entrenamiento que incluye despectivos nombramientos como "practicante" y maltratos)? ¿O negarse como paciente a aceptar la remisión a otro hospital y tambien a pagar por los servicios prestados?, ¿a "urgencializar" prepagadas y "ambulatorizar" eps por "no convenio"? ¿O a dejarlos en urgencias durante "el problema administrativo"? ¿O entonces, que se quiebre la institución hospitalaria? ¿O peor, demandar al profesional de salud por un error cuando saben triplicada la carga asistencial que este acepta para conservar su empleo? A "ver" cuatro pacientes al tiempo mientras un interno o un residente registra historias clínicas "a su nombre" ya que quedan 3 médicos para atender las consultas urgentes de prioridad 1 y 2 en toda una noche en un hospital del mayor nivel? Dios! ¿Qué estamos construyendo? ¿Qué servicio queremos dar? Estamos hablando de calidad y acaso ¿es coherente trabajar 192 horas al mes (festivos y nocturnos hasta 12 y 18 horas de turno) en urgencias bajo reconocimientos económicos del 50% menos que hospitalistas, radiólogos y procedimentistas, como si el estrés o el trabajo o la preparación fuera menor, dizque "por el mercado"? ¿Acaso se cierran las puertas de urgencias? Para dónde se van las inversiones en salud y el gran PIB invertido? ¿En qué invierten si no en su personal asistencial y en la calidad de su servicio? ¿Por qué no buscar estándares altos o mejorar la base con calidad en la prestación y sin responsabilizar a su gente de su sobreocupación? ¿De dónde sacan esos indicadores de calidad y gestión si las historias bien hechas y la atención dirigida a sanar y/o solucionar el problema del paciente demora 40 minutos inicialmente y 2 horas de procesos paraclínicos y resolución y acuden 300 pacientes al día? ¿Acaso la idea no es consolar siempre, aliviar con frecuencia y curar a veces en la medida de nuestras posibilidades? ¿Eso acaso merece gritos, improperios, maltrato y sobrecarga? ¿No sería mejor consentirnos, nutrirnos, reconocernos y mantenernos felices de hacer lo que hacemos, sanos y con buen estado de salud integral de forma tal que podamos servir mejor? ¿Con tiempo y energía para investigar y mejorar, y con actitud de servicio y sonrisas en el corazón dada vocación alimentada?
Digo, fue escrita de un tirón. Sorprendido y triste de en lo que se ha convertido el ejercicio profesional y la vocación. Aún de pie, fuerte, luchando y con la idea de que puede funcionar, con idealismo y humanismo hago, fiel a mis principios y a mi vocación lo que puedo, a diario. Aunque los demás sean tantos.
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